Por Isabel Niño
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional del Museo, que tendrá lugar el próximo viernes 18 de mayo, hoy dedicaré mi post, como no puede ser de otra forma, a los Museos.
Tradicionalmente, ha prevalecido la opinión de que los museos eran usuarios y no titulares de la propiedad intelectual (P.I.). Sin embargo, en la era digital en la que vivimos los museos se encuentran ante un radical cambio de percepción, ahora son conscientes de la importancia de la P.I. para poder compartir conocimientos, dar acceso a las colecciones, preservarlas y gestionarlas.
Antes los museos se preocupaban del uso que hacían de la P.I. de otros, ahora se enfrentan, a pesar de contar con un presupuesto cada vez más reducido, a la responsabilidad de gestionar internamente su propia P.I., como de su uso por terceros y por los usuarios del mundo entero.
La P.I. de un museo la encontramos en los contenidos interpretativos o contextuales creados por el propio museo (por ejemplo, derechos sobre el material académico), tecnologías ideadas internamente para facilitar la divulgación o la administración de sus colecciones y, en signos de identidad de marca que les dan reconocimiento en el ámbito comercial.
Así pues, ahora los desafíos de los museos se centran en tratar de gestionar y distribuir contenidos del patrimonio cultural sin que se pierdan las referencias a su procedencia, su paternidad y su autenticidad. Para ello es fundamental que sepan identificar su P.I., conocer sus derechos en relación con la utilización de sus colecciones o reforzar su capacidad de afrontar los problemas de P.I. que puedan ir surgiendo.
En este punto, destacar un conocido modelo, la Tate Gallery de Londres, que además es útil como financiación de forma sostenible, la cual ha logrado un notable éxito al ofrecer Tate Online. Aunque sigue concediendo licencias para la reproducción y distribución de sus imágenes a editores y usuarios con finalidad comercial, también ofrece acceso virtual público y gratuito a sus imágenes para usos no comerciales. De esta forma, ha podido promocionar su colección y promocionarse a sí misma como institución, lo que se ha traducido en un claro aumento de sus ingresos.
“Museos en un mundo cambiante. Nuevos retos, nuevas inspiraciones“